Larra es un autor que me ha llamado mucho la atención desde siempre, supongo que será por la vena periodística que hay en mí. Además de que sus artículos me incitan una gran curiosidad, su vida es, sin duda, lo más interesante de este personaje, sobre todo en la manera que esta influye en sus artículos.
Lo primero que nos hace percatarnos de que Larra era un genio es el hecho de que en tan solo 8 años, escribió más de 200 artículos que conozcamos, ya que la mayoría de las veces se firmaban con un pseudónimo y alguno podría haberse perdido. Asimismo, los comenzó a escribir a una edad muy temprana, pues con tan solo 19 años empezó a meterse de lleno en el periodismo y se convirtió en una figura de renombre.
Por otro lado, es muy llamativo el suicidio del autor, la mente tan oscura y machacada por el el horror y la tristeza que es perceptible en los últimos artículos que escribió, especialmente en "La noche de los difuntos de 1836", del cual hablaré más adelante. Larra puso fin a su vida tras la visita de su amante, Dolores Armijo, quien le anunció que la relación que tenían se había acabado debido a que quería a su marido. Investigando un poco para hacer este comentario con más documentación, he descubierto que el suicidio de Larra tiene un componente que lo hace aún más trágico: el cuerpo sin vida del autor fue encontrado por su propia hija. Se me ha roto el corazón al descubrirlo, la verdad.
"La despreocupación es la primera preocupación de este siglo"
En un artículo de El País aparece una frase que me ha parecido idónea para describir la obra de Larra : "Los mejores artículos de Larra son inmortales porque tuvo la profundidad y la claridad mental de los mejores filósofos -por ejemplo, de Schopenhauer, con quien también comparte furia satírica- y, en el registro de lengua de su prosa, se apuntó a la sapientísima lengua coloquial de Cervantes". El artículo es de lo más interesante y me gustaría dejar el enlace en el blog (enlace al artículo)
A continuación, comentaré los artículos que más me han gustado aunque, si fuese por mí, los incluiría todos ya que me han parecido excepcionales de principio a fin. Personalmente, he disfrutado más de los últimos artículos del autor pese a ser los más oscuros.
- "EN ESTE PAÍS"
Como es habitual, el autor recibe una visita, en este caso de Don Periquito, a quien se nos presenta como una persona inculta que no conoce mundo y que utiliza la expresión tan despreciada por el autor. Larra hace uso de la ironía, tan recurrente en sus artículos, para darle la razón y demostrar el absurdo de la situación.
Finalmente, Larra realiza una conclusión en la que afirma que la gente critica a España sin darse cuenta de todos los progresos que se han hecho. Afirma que la expresión "En este país..." lo único que propicia es una gran desconfianza en la sociedad, impedimento real de que se produzca un avance social.
Lo que me ha llevado a escoger este artículo es su tono irónico, el cual me ha sacado una sonrisilla más de una vez. Considero que Larra tiene un don y es que, a pesar de la caricaturización de sus personajes y la ironía que emplea para construirlos, el lector piense en alguien que es tal y como se ha descrito a dicho personaje. Esto demuestra que, a pesar de saber que nos encontramos en una situación irónica y exagerada, existen personas así y, además, en pleno siglo XXI, un par de siglos más tarde, nos seguimos encontrando con individuos de este tipo.
A mi juicio, Larra no solo pretende criticar a aquellas personas que hablan de la mal del país, sino que intenta reforzar la idea de que precisamente son esas personas las que provocan su mala imagen; solo critican pero no ponen soluciones.
"En París no habrá libros malos que no se lean, ni autores necios que se mueran de hambre."
- UN REO DE MUERTE
El relato del condenado le sirve a Larra para criticar la pena de muerte ya que esta atenta contra los derechos humanos. Asimismo, remite a la idea de la satisfacción que puede llegar a causar la muerte en las personas, como algo tan cruel y doloroso consigue despertar algo tan puro como es la satisfacción.
Al igual que al autor, me ha llamado mucho la atención que el acusado recurra a Dios cuando se supone que en ese momento lo que uno debería estar es, precisamente, enfadado con Él. A pesar de que los artículos de Larra no son complejos de seguir, este me ha costado algo más ya que está repletos de cultismo y hay que estar de lo más atento para entender las críticas.
"La sociedad, exclamé, estará ya satisfecha: ya ha muerto un hombre"
- EL DÍA DE LOS DIFUNTOS DE 1836
Larra decide salir a pasear por Madrid, convirtiendo la gran capital en un cementerio. La imagen que el autor consigue crear en la mente del lector es espléndida y está repleta de tenebrismo. Sin duda, se te encoge el alma al leer el recorrido del autor por las calles.
El final no se queda corto, sobre todo en cuanto a lo que angustia se refiere. Larra se encuentra en el cementerio y presagia su propia muerte. Esto se debe a que considera que sus ideales han fracasado y la esperanza de su corazón ha muerto.
La idea que más me ha llamado la atención es que Madrid se convierta en un cementerio, con sus edificios y gentes así como el hecho de que explique que los muertos pueden, paradójicamente, vivir en paz debido a que gozan de libertad de expresión.
Por otro lado, me ha parecido muy interesante la analogía entre su corazón y una tumba, dando a entender que está muerto en vida.
No creo que sea necesario comentar mucho más, es una obra maestra que es necesario leer.
"Mi corazón no es más que otro sepulcro. ¿Quién ha muerto en él? Leamos. ¡Espantoso letrero! '¡Aquí yace la esperanza!"
La obra de Larra me ha parecido increíble, me cuesta encontrar las palabras para describir lo mucho que me ha fascinado. Larra merece ser leído.
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