Lope de Vega es uno de los grandes autores del teatro barroco español y
"El castigo sin venganza" recoge las características más
destacables de este movimiento literario surgido a lo largo del siglo XVII.
Considero que antes de comentar la obra que nos concierne, es importante
señalar las circunstancias históricas de la época debido a que eran determinantes
en la manera de hacer arte, tanto en la literatura como en otras ramas
artísticas.
El siglo XVII es una época de crisis y decadencia. En España, gobiernan los
Austrias, quienes perdieron la hegemonía militar que había alcanzado en el
siglo anterior. Las graves dificultades económicas conllevan a una
inestabilidad social que se verá reflejada en crisis, continuas guerras,
epidemias o la emigración a América. Un hecho a destacar en esta etapa sería el
aumento de la desigualdad entre los distintos estamentos, cada vez más
pronunciado. El contexto histórico de este período tan negativo o desfavorable
afectará sobre el pensamiento de los hombres, que tendrán una actitud más
desconfiada y pesimista, constituyendo así una visión del mundo mucho más
negativa, con una actitud escéptica.
Personalmente, el honor y la honra son conceptos que me han resultado muy
interesantes e inconscientemente he tratados de extrapolarlos a la sociedad
actual. Si bien es cierto que nuestra vida no se rige por dichas ideas,
normalmente buscamos cierto reconocimiento social, necesitamos que los demás
exalten y tengan en cuenta nuestros logros y nos suele preocupar cometer
errores de cara al público o, incluso, mostrar aspectos de nuestra personalidad
que no son malos pero podrían causar rechazo. Asimismo, cabe destacar la idea
de que una mujer pierde su honra al seguir el ejemplo del don Juan masculino y
este, al contrario, la gane. Considero que, aunque han tenido lugar diversos
avances, todavía existen prejuicios relacionados con este tema.
Los personajes de la obra son un reflejo de la situación social que se
estaba viviendo. No hay ningún personaje que me haya llamado especialmente la
atención, sin embargo hay un elemento común que considero que existe por parte
de todos ellos: el egoísmo, especialmente en Federico y el duque. Federico me
ha parecido el reflejo de la dualidad del amor, en primer lugar está enamorado
de Casandra y está dispuesto a sacrificar incluso su vida, ya que amarla y
entregar su amor supone una muerte segura. Por otro lado, Federico también
refleja el desamor, siendo él quien no corresponde a quien lo ama: su prima
Aurora. Sin embargo, le oculta este sentimiento, lo cual me parece de lo más
rastrero. He de admitir, que Federico ha sido un personaje que no me ha causado
muy buena espina. Como suelen decir, de tal palo tal astilla, y su padre, el
duque no se queda demasiado atrás en el tema del egoísmo, está dispuesto a
castigar la deshonra de ambos, pero lo hace tratando de no levantar demasiado
la sospecha pública. En una trampa logra que los enamorados se hagan mucho daño.
Federico asesina a Casandra creyendo que es un noble de Ferrara que se ha
rebelado contra su padre. El Marqués de Mantua, prometido de Aurora, mata a
Federico creyendo que es un enemigo de su futuro suegro: se consuma el castigo
sin aparente venganza. Desde luego, esta última escena es de lo más curiosa y
le da nombre a la obra. A pesar de que existe un castigo para los enamorados,
no existe una venganza directa por parte del duque, siempre es mediante
terceras personas. Lo que más me ha llamado la atención de la construcción de
este personaje es que al volver de Italia se aprecia un gran cambio en él: está
dispuesto a amar a su mujer y tratarla como debería, motivo por el que Lope
consigue que el lector llegue a empatizar con él cuando descubre que madrastra
e hijo están enamorados.
"Bien dicen que nuestra vida es sueño, y toda es sueño, pues que no solo dormidos, pero aun estando despiertos, cosas imagina un hombre al más abrasado enfermo con frenesí no pudieran llegar a su entendimiento"
Me gustaría comentar también que es una obra que no me ha resultado
demasiado fácil de leer a pesar de su acción constante e interesante y curiosa
trama. Como ya he mencionado, durante el Barroco los autores complican su
lenguaje, y Lope no es la excepción. Aun así, esto no es un impedimento para
apreciar la complejidad y grandiosidad de la obra, simplemente me ha resultado
difícil de leer y seguir en algunos puntos.
Finalmente, comentar la complejidad que conllevaba representar y organizar
una obra teatral, me explico: las obras se basaban en un espectáculo concreto,
que duraba alrededor de unas cuatro horas. En la época hay una constante
relación de tensión entre público-espectáculo y está relacionado con el
concepto del teatro barroco como un elemento totalmente democrático. Además, es
el mundo del teatro el que también daba la oportunidad a la mujer de ser
autora, es decir, era de los pocos espacios públicos en los que tenía una
actividad o comportamiento activo. Además, se comenzarán a permitir la
participación de las mujeres en las representaciones teatrales, dejando de
actuar los hombres por ellas. Tal y como determina “El arte nuevo de
hacer comedias” de Lope de Vega: “como pies de niño que eran entonces
niñas las comedias” Vemos entonces cómo este constituye como un espacio de
cohesión de la población ya que todo el mundo podía entrar en las
representaciones y según tu condición se sentarían en una zona u otra. En unas
horas toda la sociedad estratificada barroca convive, siendo así el teatro como
una válvula de escape.
El espectáculo comienza con una serie de llamada al público. El propio
ambiente revuelve al público, por ello hay que apelar a él antes de empezar la
obra. Comienza el espectáculo con una loa que trata de ganarse al público y
puede ser interpretada por uno o varios autores. Después se sucede la primera
jornada o acto de la comedia; un entremés (pieza cómica de un acto que no tiene
nada que ver con la obra principal) que da paso a una segunda jornada o acto de
la comedia. En el segundo descanso se suele recurrir a un baile. Tras este se
sucede la tercera jornada y por último el fin de fiesta.
Estos espacios entre las jornadas, se deben a una cuestión poética y una
práctica: se tiene que ofrecer de todo para que todo el mundo se vaya contento
a casa. Además el estar incluyendo esas piezas, se rompe la acción principal,
lo que permite jugar con la concepción psicológica del tiempo del público (de
nuevo aparece en “El arte nuevo de hacer comedias”: si se juega
con el tiempo tiene que ser entre una jornada y otra). Por ejemplo, de la
segunda jornada a la tercera en “El castigo sin venganza”, pasan
4 meses; mientras que de la primera a la segunda, algo más de un mes. La
fórmula barroca necesita trocear esas jornadas para dar al público esa
sensación de que ha transcurrido el tiempo.
"Seré padre, y no marido, dando la justicia santa a un pecado sin vergüenza un castigo sin venganza"
En la época si se cambiaba el entremés todo el espectáculo puede venderse como uno nuevo, por lo que en varias ocasiones prevalecía la importancia del entremés que la comedia en sí. Por otro lado, una obra de teatro se mantienen muy poco tiempo en cartel, porque el éxito de la obra no se mide en el tiempo que esta se mantenga, sino en las ventas que se consiguen en ese día. Ej. “El castigo sin venganza” se escribió para una función única (por ello es importante escribir a gran velocidad) Normalmente las obras suelen ser de encargo y por tanto el texto puede estar condicionado por el material que tiene (ej. aspecto físico de los actores) lo que puede ayudar al autor para escribir con más agilidad la obra. Sin embargo, un hecho a destacar sería la inexistencia de los derechos de autor, es decir, cuando un autor de comedia entrega un texto y le pagan, pierde todos los derechos sobre su obra (por lo que la cofradía podía modificar y manipular el texto, aunque normalmente era el autor el que se encargaba de adaptarlas a gusto de quienes le iban a pagar).
En el caso de Lope, encontramos diferentes elementos en sus obras que le permiten escribir tan rápido. Están descritos en el arte nuevo de hacer comedias (1609), y en ellos se da la clave de lo que le gusta al público, cómo manejar la acción dramática a lo largo del texto, cómo y qué escribir, seguir un patrón de personajes (el galán, la dama, el gracioso…), de trama, acción… Siempre tiene que haber un elemento de tragicomedia, sin embargo, “El castigo sin venganza” comienza planteándose como tragedia.
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